Según Octavio Ballesta, un estilo de liderazgo inspirador que estimula la participación, promueve el trabajo colaborativo y reconoce el desempeño positivo del equipo, puede fortalecer el compromiso del personal de asumir a la empresa como suya, así como motivar los deseos de crecer y permanecer en ella.
Cuando un empleado siente orgullo de pertenecer a la empresa, que ha ganado un merecido reconocimiento por su aporte sustantivo a la sociedad, y se publicita como un excelente lugar para trabajar, estamos creando las condiciones ideales para que cualquier profesional talentoso decida ingresar a ella.
Un ambiente de trabajo en el que el profesional se sienta feliz por pertenecer, al gozar de la consideración de otros; por las oportunidades de ser reconocido por su aporte; y donde además es aceptado por sus talentos, es el caldo de cultivo apropiado para construir y consolidar equipos de alto desempeño.
Si se acepta que es el colaborador el principal activo de la organización, y se garantiza, por distintas vías, su satisfacción tanto personal como profesional, estaremos ayudando a que se concrete su plena identificación con la Visión, Misión, valores, metas y objetivos que conforman el ADN de la empresa.
En organizaciones cuyo liderazgo ofrece oportunidades de empoderamiento al talento joven, se está habilitando un canal de suministro de futuros líderes, quienes bajo la dirección de sus mentores, aprenden y practican lo que ellos necesitan, para asumir a futuro, con posibilidades de éxito, roles de dirección.
Una cultura de innovación apoyada por un liderazgo convencido de su relevancia, y apalancado por un sistema de incentivos que premie los logros sustantivos de equipos multidisciplinarios orientados a la mejora y creación de procesos, productos y servicios es factor clave para motivar al mejor talento.
Al aplicar planes de Desarrollo Profesional basados en competencias, se incrementan las posibilidades de que esos profesionales talentosos, motivados y comprometidos logren expresar su potencial real, haciendo lo que les gusta y apasiona, e incrementando a su vez, la productividad de la empresa.
La entrevista de salida, cuando se analiza de manera sistemática y pragmática para comprender las causas de la fuga del talento, genera interesantes lecciones. En el caso de ser asimiladas, ayudan a afinar la orientación a las personas que toda empresa actual ha de tener en tiempos de auge de redes sociales.
Otro factor clave para generar compromiso, orgullo y sentido de pertenencia se expresa en la comunicación cálida influyente, alineada a la estrategia e inclusiva del liderazgo de la empresa, para generar cohesión, sentido de propósito y compromiso, más allá de la incertidumbre del entorno.